Can I do it?
Pueblo Ward Conference
18 Febrero 2018
Have you ever
asked yourself, “Can I do everything the Lord expects me to do?”
Can I pray by
myself and with my family every day?
Can I read the
scriptures every day?
Can I have
family home evening each week?
Can I fulfill
the calling that I have?
Can I visit the
families that have been assigned to me?
Can I keep all
of the commandments?
Can I go to
church every Sunday and renew the covenants that I’ve made with the Lord?
Can I live
without Alcohol, tobacco, coffee and tea?
Can I live the
law of Chastity?
Can I pay a
full tithing and still pay my monthly bills?
Can I attend
the temple every week, every month, every now and then?
Can I love
others?
Can I share the
gospel with my family and neighbors and freinds?
I want to tell
you that Yes, you can do everything the Lord has asked you to do.
As the Apostle
Paul wrote, “I can do all things through Christ that strengtheneth me.”
Sometimes it
appears to us that the Lord expect too much from us and that we can’t do it
all. This has happened to me. One time, my priesthood leader extended a
calling that I didn’t think I had the capacity to fulfill. But, having learned the words of Nephi when
his father told him that he and his brothers were commanded to return to
Jerusalem to retrieve the plates of brass. “And it came to pass that I, Nephi,
said unto my father: I will go and do the things which the Lord hath commanded,
for I know that the Lord giveth no commandments unto the children of men, save
he shall prepare a way for them that they may accomplish the thing which he
commandeth them.” (1 Nephi 3:7) Then I
knew that the Lord would also help me with this calling that I was to receive,
and so I accepted it.
He knows that
we’re not perfect and has given us the atonement to give us strength so that we
can repent, and so that we know that He knows all of the thoughts of our hearts
and the unworthiness that sometimes we feel.
To the members
of the early church at the beginning of this dispensation the Lord said, “
Verily, verily, I say unto you, ye are little children, and ye have not as yet
understood how great blessings the Father hath in his own hands and prepared
for you;
And ye cannot bear
all things now; nevertheless, be of good cheer, for I will lead you along. The
kingdom is yours and the blessings thereof are yours, and the riches of
eternity are yours.”(D&C 78:17-18)
Elder Holland
spoke on this subject in the last general conference. He said, ‘My brothers and sisters, except for
Jesus, there have been no flawless performances on this earthly journey we are
pursuing, so while in mortality let’s strive for steady improvement without
obsessing over what behavioral scientists call “toxic perfectionism. ”We should avoid that latter excessive
expectation of ourselves and of others…
At times it
seems hard to do what the Lord has asked.
But, sometimes, hard is good.
Elder Ellis told us, “The hard things in our lives should come as no surprise.
One of the earliest covenants we make with the Lord is to live the law of
sacrifice. Sacrifice, by definition, involves giving up something desirable.
With experience we realize it is a small price to pay in relation to the
blessings that follow. Under the direction of Joseph Smith, it was said that “a
religion that does not require the sacrifice of all things never has power
sufficient to produce the faith necessary unto life and salvation.”
Hard makes us
stronger, humbles us, and gives us a chance to prove ourselves. … Regardless of
the issue, hard can be good for those who will move forward with faith and
trust the Lord and His plan.”
When we don’t
accept what the Lord has asked, we’re not on His side. Elder John Pingree said, “In addition, Satan
discourages us with feelings of inadequacy. He makes our work appear too
difficult or intimidating. However, we can trust God! He loves us. He wants us
to succeed. He “doth go before [us]; he will be with [us], he will not fail
[us]”
I know that you will receive blessings of the
Lord for all of your efforts. He has
blessed us so much already. But we
should always remember that “For unto him that much is given, much is
required.” (D&C 82:3)
I testify to
you that you can do whatever the Lord asks you to do. He asks that we try and
put forth an effort. That we might serve
him with our might. I know that we can
do everything through Jesus Christ. He
will support us. I leave you these
things in the name of Jesus Christ, amen.
¿Puedo Hacerlo?
Conferencia del Barrio Pueblo
18 Enero 2018
Jamás se ha preguntado a si mismo ¨¿Puedo Hacer todo
lo que el Señor espera que haga?¨
¿Puedo hacer oraciones solo y con mi familia todos
los días?
¿Puedo leer las escrituras todos los días?
¿Puedo tener una noche de hogar todas las semanas?
¿Puedo cumplir con el llamamiento que tengo?
¿Puedo visitar a las familias que me han asignado?
¿Puedo guardar todos los mandamientos?
¿Puedo asistir la capilla todos los domingos y
renovar los convenios que he hecho con el Señor?
¿Puedo vivir sin alcohol, la café y la té?
¿Puedo vivir la ley de castidad?
¿Puedo pagar un diezmo íntegro y también pagar mis
gastos necesarios?
¿Puedo asistir al templo cada semana, o cada mes, o
de vez en cuado?
¿Puedo amar a los demás?
¿Puedo compartir el evangelio con mis familiares y
vecinos y amigos?
Quiero decirles, que ¨si¨ pueden hacer todo lo que
el Señor le a pedido hacer.
A veces nos parece
que el Señor espera demasiado de nosotros y no podemos hacerlo. A mi éste ha pasado. Una vez, mi líder del sacerdocio me dió un
llamamiento que no pensaba que podía cumplir.
Pero había aprendido las palabras de Nefi, cuando su padre dijo que el y
sus hermanos fueron dado el mandamiento a regresar a Jerusalén pare conseguir
las planches de bronce. Y sucedió que
yo, Nefi, dije a mi padre: Iré y haré lo que el Señor ha mandado,
porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres
sin prepararles una vía para que cumplan lo que les ha mandado. 1 Nef
3:7 Entonces, yo sabía que el Señor me ayudaría también a cumplir con el
llamamiento que había recibido y lo acepté.
El sabe que no
somos perfectos y ha dado la expiación para nosotros para darnos fuerza, para
que podemos arrepentirnos, y para que sepamos que el conoce todo los
pensamientos de nuestros corazones, y la indignidad que a veces sentimos.
A los miembros de
la iglesia en los principios de ésta dispensación el Señor dijo, De
cierto, de cierto os digo, sois niños pequeños, y todavía no habéis entendido
cuán grandes bendiciones el Padre tiene en sus propias manos y ha preparado
para vosotros;
y no
podéis sobrellevar ahora todas las cosas; no obstante, sed de buen
ánimo, porque yo os guiaré. De vosotros son el reino y sus bendiciones, y
las riquezas de la eternidad son vuestras DYC 78:17-18.
El élder Holland
habló de éste asunto en la conferencia pasada.
No dijo, ´Mis
hermanos y hermanas, con la excepción de Jesucristo, no ha habido comportamientos
perfectos en este viaje terrenal en el que estamos embarcados; así que,
mientras estemos en la tierra procuremos mejorar de forma continua sin
obsesionarnos con lo que los científicos de la conducta llaman el
“perfeccionismo tóxico”12. Debemos evitar tener esas expectativas excesivas
de nosotros y de los demás... ¨
A veces nos parece difícil hacer todo lo que el
Señor no ha pedido. Pero, a veces, lo
difícil es bueno. El élder Ellis nos
dijo, ¨Las cosas difíciles en nuestra vida no deberían sorprendernos. Uno de
los primeros convenios que hacemos con el Señor es vivir la ley de sacrificio.
El sacrificio, por definición, implica renunciar a algo deseable. Mediante la
experiencia, nos damos cuenta de que es un pequeño precio que debemos pagar en
relación con las bendiciones que siguen a continuación. Bajo la dirección de
José Smith, se dijo que una “religión que no requiera el sacrificio de todas
las cosas nunca tendrá poder suficiente para producir la fe indispensable para
la vida y la salvación”
¨Lo difícil nos hace fuertes, nos hace humildes y
nos da la oportunidad de probarnos a nosotros mismos. No importa de lo que se
trate, lo difícil puede ser bueno para aquellos que avanzarán con fe y
confianza en el Señor y en Su plan. ¨
Cuando no aceptamos lo que el Señor nos ha pedido,
no estamos el en lado del Señor. El
élder John Pingree dijo, ¨Además, Satanás nos desalienta con sentimientos de
ineptitud; hace que nuestro trabajo parezca demasiado difícil o intimidatorio.
Sin embargo, ¡podemos confiar en Dios!. Él nos ama. Él desea que tengamos
éxito. Él “va delante de [nosotros]; él estará [con nosotros], no [nos] dejará”
Yo se que recibirán
bendiciones del Señor por todos sus esfuerzos.
El
nos ha bendecido tanto ya. Pero debemos
recordar que
¨Porque de aquel a quien mucho se da, mucho se requiere
(DYC 82:3)
Yo les testifico
que pueden hacer todo lo que el Señor les pide hacer. Nos pide que nos esforzarnos. Que le servimos con ánimo. Yo se que podemos hacer todo mediante
Jesucristo. El nos apoyará. Les dejo éstas palabras en el nombre de
Jesucristo, amen.